FIESTA DE FIN DE AÑO
RECONOCIMIENTOS 2006
INSTRUCTOR DEL AÑO
MARZO
DE 2006
 


Reportaje al Kyo Sa Nim Ricardo Cadahía

Hoy es viernes 12 de marzo de 2007, son las 23:10 y recién terminamos la clase de entrenamiento con el Sa Bom Nim Ricardo Giorgi en el Doyang Central.

Kyo Sa Nim, ¿Cómo y cuando se inició en la práctica de SBD?
En el año 1989 llevando a mi señora, Victoria, a practicar a la parroquia Cuerpos Domini donde daba clases el profesor, 3ª Dan, Hugo Nami. La llevaba, miraba la clase, volvía al siguiente miércoles, miraba la clase. Entonces me dije “esto es una pavada, se puede hacer” y un día me invitó a practicar. Entonces me dije “y bueno”……
No coordinaba nada…… ni manos, ni piernas. Era una competencia conmigo mismo. Digo, como no lo puedo hacer ¿Cómo no lo puedo hacer? Y bueno, había dejado de jugar al fútbol. Hice deportes toda mi vida, ¿Cómo no voy a saber como mover una mano, una pierna? Algo tengo que hacer. Y me enganché, me fui enganchando, me lo fui tomando más en serio y a si fueron mis primeros pasos.

¿Qué recuerdos tiene de sus primeros días de práctica?
Sobre todo el gran compañerismo, hubo buena gente, ayuda, un arte marcial disciplinado, serio, eso me gustó. Y bueno, los avatares de que no teníamos por ahí donde ducharnos. El piso frío en invierno, que no había tatami, era una cerámica roja que nos congelaba. La entrada en calor duraba casi toda la clase. Y así fue como con el tiempo fuimos avanzando. Después sufrí el abandono de mi profesor y gracias a Dios conocí a mi actual maestro, el Sa Bom Nim Ricardo Giorgi, y mis recuerdos más gratos están dentro de su Dojang. Donde el grupo fue extraordinario, me aceptó como si fuera parte de ellos y nunca me dejaron de lado. Al contrario, me ayudaron en demasía digo yo, siendo el nono del grupo ¿no?.

¿Qué fue lo que más le atrajo de la práctica del SBD?
Lo que más me atrajo. Justamente lo que había dicho anteriormente, la disciplina, el respeto, la buena gente. Ya que los malos, las malas personas, no tenían cabida, se iban solas. El que no se encarrilaba se iba solo, no aguantaba.
Haber conocido al Gran Maestro Wang Kee fue una de las cosas que me inspiró a seguir, porque la energía que me transmitió en ese momento en Mar del plata en el año ’91 cuando me dio la mano y me tocó el pecho como diciendo “dale para adelante”. Me ayudó muchísimo. Y bueno, me lo tomé muy en serio. Me comprometí porque es un arte marcial que adoro.

¿Qué lo llevó a empezar la enseñanza de SBD?
Haber hecho tantos cursos de Kyo Sa y nunca haberlos puesto en práctica (risas). Digo bueno, hice tantos cursos, tantos cursos. Y después mis amigos, mis compañeros, que son amigos también, me decían dale, empezá a dar clases. Y yo, me quería comprometer, pero digo....... bueh, me voy a comprometer. Y un día decidí. Había tenido la experiencia de manejar durante nueve años chicos de fútbol. Chicos de seis años a catorce años en las vacaciones y veía que mas o menos la podía pilotear bien. Y empecé con un grupito. Con nadie primero, practicando solo, y después con un grupo de cinco, de seis. Ahora, gracias a Dios somos un poquito más. Pienso que me va bien. Me respetan como yo los respeto a ellos y como yo respeto a mis maestros. El respeto siempre es mutuo y eso es lo que más vale y trato de inculcarles.

Sabemos que la escuela sigue creciendo. Cuando llegue el momento, ¿qué mensaje le daría a los practicantes que quieren ser instructores?
A los practicantes que quieran ser instructores, cuando llegue el momento, les diría que sean buenas personas. Lo más importante es eso. Que sean humildes. Que no sean egocéntricos. Que tengan la copa vacía. Que siempre quieran aprender. Que siempre traten de mejorar. Porque, justamente hoy venía pensando en eso. Digo, cuando un alumno mío sea instructor. Les voy a decir que traten de ser como un adorno de bronce. Que si uno no lo lustra cada tanto pierde el brillo. Entonces hay que mantenerlo. Darle mucho lustre para que siempre siga brillando. Para que este arte marcial siempre siga brillando.

Quisiera que nos recordara la dirección y horarios de donde está Ud. Instruyendo
Estoy dando clases los martes y jueves en Donizetti 59. En un cento cultural que hay a una cuadra de Rivadavia. Rivadavia al 9.400. Antes de cruzar la autopista, ahí nace la calle Donizetti, a la derecha, viniendo desde Liniers. Los horarios de 20:30 a 22Hs.

Por último, un color: Verde.
Un libro: Viven.
Una película: El otro día la volví a ver y me encantó. (risas) Reto al destino.

Bueno, Este fue el reportaje para nuestra página de Internet. Le agradecemos mucho al Kyo Sa Ricardo Cadahía por sus palabras y esperamos que sean de ayuda para que nuestros lectores aprendan un poco más de nuestro arte marcial.

 

 

 

Nota por Marcelo Tesei para Asociación Bs As

   
     
     
       
       
         
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